domingo, 27 de octubre de 2013

Athena (Parte II)

La sonrisa de Athena se ensanchó al escuchar mis palabras. Se acercó hasta mí, y colocó una de sus manos sobre mi pecho, mientras colocaba la otra sobre el suyo, al mismo tiempo que cerraba los ojos, centrándose en nuestros latidos.

— Tienes un corazón noble, Daphne, puro, demasiado puro. Eso te hace vulnerable, pero al mismo tiempo, es un corazón lleno de fuerza, de lucha, por lo que serás fuerte en esta batalla que se aproxima. Tu cuerpo está lleno de poder, lo siento, pero aún está escondido, y necesita ser liberado.

— ¿Cómo puedo hacerlo? — le pregunté mientras ella se separaba de mí, y volvía a mirarme a los ojos mientras sonreía ligeramente.

— Me gustas. Me gusta la actitud que tienes ante esto. Eres luchadora, y eso es justo lo que necesita este lugar, alguien que luche por él. El camino no será fácil, aunque creo que eso ya lo sabes. Esta historia, esta aventura, no ha hecho más que empezar. Deberás encontrar el origen de tu poder, quizás encuentres hasta tu propio origen en el camino, y deberás ser fuerte y continuar aunque el suelo se tambalee. Sé que serás capaz de todo esto y más, porque lo veo en ti, pero aún así, debo volver a preguntártelo, ¿estás dispuesta a todo?

— Sí.

— Entonces, déjame ayudarte en todo lo que pueda para controlar tu poder. Veamos, hasta ahora, ¿cuántas veces has hecho uso de él?

— Por voluntad propia… nunca.

— ¿E involuntariamente?

— Dos.

— ¿Había algún factor común en aquellas dos situaciones en las que tu poder se liberó?

— Creo que… miedo.

— Bien, entonces tiende a liberarse cuando sientes miedo. Ya es algo — se me quedó mirando mientras parecía pensar algo. En apariencia, no parecía tener mucha más edad que yo, pero sabía que dentro del bosque el paso del tiempo era diferente, por lo que estaba segura de que me debía sacar mucha más edad de la que aparentaba. Su mirada tan clara, tan azul, me imponía muchísimo. Era como si al mirarla directamente a los ojos, pudiera ver mucho más que mi simple reflejo —. Sígueme.

Hice lo que me dijo, y pude ver cómo me llevaba hacia un rincón de aquel lugar. Apartó suavemente unas hojas que caían del techo, y pude apreciar una pequeña cueva que se abría ante nosotras.

— Quiero que veas algo.

Entró en aquel lugar, y yo la seguí de cerca. Era un estrecho pasadizo oscuro, y no veía absolutamente nada, pero me dejaba guiar por el sonido de sus pisadas. Me di cuenta que en aquel lugar, era como si mis sentidos se hubieran desarrollado. Me sentía más ágil, y veía cosas que nunca antes había creído ser capaz de ver. Después de un corto periodo de tiempo caminando, pude ver una ligera luz al fondo. Estábamos llegando al final de aquel pasadizo. Cuando salimos de allí, me quedé totalmente impactada. Un gran lago se encontraba ante mí, en aquel lugar, dentro de una montaña. No tenía sentido ninguno, pero aquello era real. Era como un bosque, dentro de la montaña, que había dentro de otro bosque. Era de locos, lo sé, pero aquel lugar era tan mágico y tan impredecible que estaba comenzando a no sorprenderme por casi nada de lo que ocurriera o viera allí dentro. No era muy grande, pero la otra orilla se veía bastante lejana. A su alrededor, miles de árboles le daban cobijo, y los animales andaban a sus anchas por aquel maravilloso lugar.

— Acércate, Daphne — me dijo Athena desde la orilla del lago. No me había dado cuenta que se había alejado de mi lado. Estaba demasiado embaucada con todo aquel esplendor.

Me acerqué a ella, y seguí la dirección de su mirada. Estaba perdida dentro del lago, y me acerqué más para ver que se escondía allí. No veía nada, sólo un agua clara y transparente, donde nadaban algunos peces de colores.

— ¿Qué ves? — me preguntó de repente.

— Vida… — respondí casi sin pensar. Aquello estaba lleno de vida. Esa sensación se palpaba en el aire, y era lo más agradable que había sentido en mucho tiempo.

— ¿Qué sientes?

— Siento que esto es mágico… que nada malo puede ocurrir aquí dentro.

— Te equivocas — dijo con una voz cargada de dolor —. El mal es capaz de traspasar las murallas más poderosas, es por eso que estoy aquí escondida. No siempre este fue mi hogar… Antaño, yo también vivía en el Bosque con los demás. Era feliz junto a mis amigos, desarrollaba mi magia lentamente y la empleaba para ayudar a las demás. Entonces, un día, un mago muy poderoso se acercó a mí, y me dijo que él podía enseñarme a ser más fuerte, a hacer que mi poder llegara más lejos y así podría ayudar a más personas. Quizás fue la avaricia, quizás el simple deseo de sentirme útil hacia los demás, pero acepté sin pensármelo. Le acompañé, y él me enseñó todo tipo de trucos, todo tipo de poder inimaginable, incluso me enseñó que hay más formas de emplear la magia, que además del poder de la naturaleza, y del que reside en mí misma, también podía utilizar el de otras personas. Empecé a usarlo, quería probar técnicas nuevas, y no pensé en el alcance de mis actos. Aquello que estaba empleando es lo que todos conocemos como magia negra. Me alimentaba de la vida de esas personas para canalizar mi poder. Incluso, alguna vez, realicé algún sacrificio para descubrir la magia roja... Estaba perdida, estaba completamente absorta en ese tipo nuevo de magia, que ni siquiera pensaba en lo que realmente estaba haciendo. No estaba ayudando a nadie, más bien les estaba haciendo de sufrir. Cuando reaccioné y abrí los ojos, aquel mago no me dejó acabar con aquello tan fácilmente, y me dijo que la magia negra era la solución a todos los problemas, que no era tan mala como todo el mundo la imaginaba, y me dijo que me necesitaba para un gran propósito, que no podía marcharme. Me negué, y me secuestró. Me dijo que su Señor no me dejaría escapar, que necesitaba a una bruja poderosa para su gran plan, y que no valdría de nada oponer resistencia…

— Miratos…

— Exacto. Éste era su gran plan, éste que está llevando a cabo ahora mismo, acabar con el bosque.

— ¿Y para qué te quería a ti?

— Realmente no lo sé. Al cabo del tiempo, Evan consiguió liberarme, y me escondí aquí desde entonces. No he vuelto a saber nada del rey desde entonces…

— Un momento… ¿el rey?

— Miratos fue hace mucho tiempo el rey de este lugar, pero eso es otra historia. Daphne, tu poder es más fuerte de lo que imaginas, puedo sentirlo, pero aún necesitas encontrar la forma de liberarlo. Yo no puedo acompañarte en tu aventura, pero sí puedo ayudarte desde aquí. Toma este frasco, es agua de Nashar, un tipo de planta que sólo crece aquí dentro. Cuando necesites hablar conmigo, echa una gota en cualquier lugar donde haya agua: un lago, un vaso, cualquier sitio, y pronuncia las siguientes palabras: “Το φως ακολουθεί μια διαδρομή μόνο. Πήγαινέ με σ 'αυτόν”, “La luz sólo sigue un camino, guíame hacia él”. Entonces podrás hablar conmigo. Este hechizo sólo durará hasta que rompas mi reflejo.

— Entonces, ¿debemos irnos de nuevo?

— Me temo que sí, querida, aquí no vas a encontrar nada de lo que buscas. Creo que no partiréis hasta dentro de tres días, por lo que durante ellos, te ayudaré a controlar tu poder en esas situaciones en las que se descontrola, pero me temo que, para liberarlo por completo, antes debes hacer otro viaje en busca de una persona más poderosa que yo. Debes encontrarla a Ella.

— ¿Dónde debemos ir?

— Eso sólo puedes decidirlo tú. Nadie sabe dónde está, simplemente debes desear de corazón verla, y Ella te guiará en el camino.

— Pero, ¿qué debo hacer para encontrar mi poder?


— Debes averiguar la verdad sobre tu pasado…

3 comentarios:

  1. Parece que los poderes de Daphne se están aclarando, aunque sea de a poco... me encantó saber un poco más de Athena, quién diría que ella también pasó por una etapa de avaricia... aunque no haya sido consciente, claro, y lo importante es que entendió que no era eso lo que quería, y que pudo escapar.
    ¡Estoy ansiosa por ver qué le va a enseñar esta mujer a la protagonista en estos tres días! Y a propósito, repito por centésima vez que estoy enamorada de tus descripciones y paisajes.
    Saludos, y espero nos volvamos a encontrar dentro de este bosque pronto :).

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    1. Poco a poco se va acercando a la respuesta, y al origen de sus poderes. Sabréis mucho más de Athena, ya que será alguien muy importante en esta historia. Como siempre, gracias por detenerte a comentar, es algo que agradezco mucho, en serio ♥

      ¡Pronto un nuevo capítulo!
      Un beso enorme, Kuroneko ^^

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  2. Muchas gracias por pensar de nuevo en mí para otro premio. Ahora mismo me paso a verlo ♥

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